domingo, 16 de noviembre de 2008

Jorge Rivas en Clarin


A un año del ataque, Rivas sigue dando batalla, se ríe y espera poder hablar
El ex vicejefe de Gabinete se recupera tras quedar en coma luego de un asalto.

Clarín lo entrevistó. Por: Atilio Bleta
JORGE RIVAS. DIRIGENTE SOCIALISTA

Doce meses después del robo y la agresión artera que lo dejó al borde la muerte, con tres días de coma parapléjico, el dirigente socialista y ex vicejefe de Gabinete, Jorge Rivas, aceptó dialogar con Clarín a través de un sistema que utiliza para comunicarse. En silla de ruedas, aún no puede mover brazos ni piernas y recién ahora "que me sacaron la traqueotomía" --admitió-- comenzó una etapa de reeducación con una foniatra para poder hablar, "porque tengo mis cuerdas vocales intactas", explicó el mismo.

La primera sensación del cronista que hace años conoce a Rivas y que hacía un año que no lo veía fue una mezcla de impresión y timidez. Muy pronto, el ex secretario del Partido Socialista de la provincia de Buenos Aires se encargó de romper el hielo y de mostrar que ya tiene ganada la mitad de la batalla que libra por recuperarse.

Resultó grato comprobar que Rivas se ríe con ganas. Lo hizo varias veces durante la charla. Otro dato alentador es que conserva intacta la expresividad de su mirada y la determinación que lo caracterizó en la política, está puesta ahora en el proceso de recuperación.

El ex vicejefe de Gabinete no falta nunca a la rutina de ejercicios --los hace todas las mañanas-- impuesta para reaprender a manejar su cuerpo y, en estos últimos días, a hablar. Algo que, presumen los médicos, hará muy pronto. Rivas se comunica de dos maneras: mediante un laser que se ata a su cabeza y, desde allí, con un leve movimiento dirige el rayo a la letra que tiene escrita en un tablero, que además marca espacios y signos de puntuación. Hace una semana está practicando con un chiche más sofisticado: una computadora que responde a los movimientos de su cabeza. Entonces marca cada una de las letras que necesita para construir las palabras y las frases.

Pero con Clarín no se animó a utilizar la computadora y respondió las preguntas con el laser. De todos modos, se permitió una humorada: "Como ves, estoy cibermetizado", dijo y soltó su primera carcajada del encuentro.

-¿Qué recuerda del ataque?

-Recuerdos pocos... (dijo y con su mirada dio a entender que no quería ahondar en aquel traumático episodio de hace un año).

- Sigue haciendo política...

- Me estimula. Es un vicio... (re

mata y suelta otra risotada).

- ¿La alianza del socialismo bonaerense con el Gobierno nacional puede provocar una nueva fractura del partido?

-La historia del socialismo en la Argentina está plagada de diferencias. La cuestión es tener tolerancia para resolver civilizadamente las discrepancias.

- ¿Qué críticas le haría al Gobierno?-

-Pocas. Es difícil ponerse en la vereda de enfrente cuando se forma parte, como es nuestro caso. (en este momento el ex diputado socialista Oscar González, reemplaza a Rivas en la función de secretario de Relaciones con el Congreso de la Jefatura de Gabinete), un ejemplo de que la alianza entre el Gobierno y los socialistas kirchneristas continúa firme.

-¿Qué debe hacer el Gobierno para enfrentar la crisis financiera mundial?

--Fomentar el trabajo y la producción que viene a ser la misma cosa--, resumió.

El martes 13 de noviembre, a la 1.30 de la madrugada, Rivas volvía a su casa de una reunión política y bajó de su coche a comprar una remedio en una farmacia ubicada en Hipólito Yrigoyen al 9500 de Temperley. Enseguida se le acercaron a robarle y lo golpearon en la cabeza, al parecer con un destornillador. Quedó tendido en el piso inconsciente. Los ladrones se llevaron el auto y los documentos. Alertada la Policía fue trasladado al hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, pero como no andaba el tomógrafo, una ambulancia lo trasladó al hospital Finocchietto de Avellaneda. Su estado era desesperante. Alguien miró con prolijidad la receta que había quedado entre sus ropas y así dieron con su esposa, que se enteró que algo andaba mal con su marido. Eran las cinco de la mañana y recién a esa hora se comprobó que el hombre atacado era Jorge Rivas, entonces vicejefe de Gabinete.

Ahora, alojado en un departamento céntrico, mejora con lentitud. Los médicos, su familia y sus amigos coinciden en que la "tendencia es hacia la recuperación. Hubo mesetas en el proceso, pero nunca retroceso", apuntan con optimismo.

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