lunes, 24 de noviembre de 2008
"Primero, que baje la pobreza”
Durante una entrevista, el juez Fayt dijo que antes que bajar la edad de imputabilidad hay que bajar “el desamparo, la exclusión social, el hambre, el desempleo y la miseria”. El ministro pidió que “dejen tranquilos a los jueces” e hizo causa común con Argibay.
El ministro de la Corte Suprema Carlos Fayt respondió a la prensa, cuando le preguntaron su opinión sobre la baja de la edad de imputabilidad: “¿Puede usted bajar el desamparo, la exclusión social, el hambre, el desempleo, la miseria? Baje eso y después le voy a contestar yo sobre la baja de la edad”. Fayt se sumó de ese modo a la polémica que tiene como eje la edad de imputabilidad y la ley penal juvenil. reclamó que “dejen a los jueces tranquilos” y pidió al Congreso que vote leyes que permitan una política de Estado sobre los más chicos.
“Es necesario que el Congreso se ocupe profundamente como una política de Estado de la situación de los menores. Visiten ustedes, los medios –dijo dirigiéndose a los periodistas–, los establecimientos de detención de menores. Tendrán vergüenza, pero háganlo. Dejen a los jueces tranquilos”, dijo Fayt durante una entrevista televisiva.
También lo consultaron sobre el reclamo de la baja de la edad de imputabilidad. Cabe recordar que la Corte Suprema que integra Fayt revocó en forma unánime el fallo de Casación que ordenaba la libertad progresiva de los chicos y adolescentes menores de 16 años detenidos en el instituto San Martín, tras una presentación judicial de la Fundación Sur. “¿Puede usted bajar el desamparo, la exclusión social, el hambre, el desempleo, la miseria? Baje eso y después le voy a contestar yo sobre la baja de la edad”, dijo Fayt a la prensa.
El ministro también pidió respeto para su colega del tribunal Carmen Argibay, quien la semana pasada señaló que los jóvenes son blanco del gatillo fácil policial. “Se trata de una magnífica jueza. Respeten las opiniones de ella porque lo merece, tiene sensatez, tiene inteligencia, tiene talento y ama la Justicia y ha sido jueza en la Corte Internacional (de La Haya). Respétenla”, dijo Fayt.
Sobre la situación de los jóvenes, el magistrado dijo: “Ya señalé oportunamente que los estoicos griegos habían puesto hace 2500 años en su templete una máxima: ‘Que el hombre sea sagrado para el hombre’. Nunca lo fue. Ahora, para nosotros, la máxima debe ser que los niños son sagrados para la sociedad argentina”.
En el fallo de la Corte referido a la causa iniciada por Emilio García Méndez (diputado por el SI y titular de la Fundación Sur), los ministros requirieron al Poder Legislativo que adecuara las leyes nacionales sobre niñez y adolescencia a los tratados internacionales, y a los jueces que analicen la situación de cada joven a su cargo. El fallo de la Corte desató críticas especialmente de García Méndez, quien sostuvo que la Corte había avalado un decreto de la dictadura, el 22.278, que se aplica para mantener tras las rejas a menores de 16 años, pese a ser inimputables para la ley. La jueza Argibay respondió a esas críticas diciendo que el decreto dictatorial fue avalado por el Congreso, con lo que pasaba a ser una ley de la democracia. Y que los jóvenes son encerrados para protegerlos del gatillo fácil de la policía.
Las declaraciones de la jueza y la decisión de la Corte de revocar el fallo de Casación continuaron con la polémica que unos días antes había lanzado el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, respondiendo a las urgencias de seguridad de parte de la sociedad.
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