Buitres en el fondo de la patria
Jorge Lanata.
LA MANO ES MAS RÁPIDA QUE LA VISTA. El martes 22, el fiscal Guillermo Marijuán, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones de la Seguridad Social (Ufises), pidió de oficio que se investigara si, frente al inminente anuncio de estatización, las AFJP vendieron de urgencia y a precio vil los títulos de deuda pública en los que habían invertido parte del dinero de los jubilados: unos 70 millones de dólares. La maniobra redujo el 12% el precio de los bonos del Estado en un día de repunte de las bolsas mundiales. La causa tramita en el juzgado de Claudio Bonadío y la instruye el fiscal Miguel Ángel Osorio. Del análisis de las "minutas de inversiones" (documentos semanales donde los directivos de los fondos deciden los lineamientos por seguir) no surge que hayan recomendado vender títulos públicos.
–Compran y venden los mismos activos continuamente –le dijo a Crítica de la Argentina una fuente judicial–. Acá, a simple vista, los únicos beneficiados parecen ser los intermediarios, que cobran su comisión por esas operaciones.
El 55% del total de fondos acumulados por las AFJP está en deuda del Estado; el resto forma parte de la timba: fideicomisos, acciones de sociedades anónimas, fondos comunes de inversión, etcétera.
En el Juzgado Federal Nº 12, a cargo de Sergio Torres, tramita otra de las denuncias contra los fondos administradores; la investigación se inició con la autodenuncia de Hernán Arbizu, un ex banquero del JP Morgan. En su declaración del pasado 11 de junio Arbizu afirmó: "Una de las maniobras consistía en efectuar una oferta pública a través del banco que, con la complicidad de los administradores de AFJP, compraba la emisión primaria o secundaria de alguna empresa, ya que a los particulares o agentes de Bolsa históricos no se los puede engañar. De esa forma se perjudica a los jubilados y a quienes vayan a serlo. Se eligen el momento oportuno y la disponibilidad de tales empresas AFJP para cerrar la operación. Los fondos así obtenidos son sacados del país y manejados por el banco en Estados Unidos o Suiza.
Dos casos que investiga la Justicia y que siguen el mismo recorrido:
1) Una empresa argentina emite acciones cuyo precio cae inexplicablemente rápido.
2) Casi los únicos compradores de toda la oferta son AFJP.
3) Las empresas se hacen de dinero fresco cuando salen a la Bolsa y ahora los papeles en manos de las administradoras –esto es, la plata de las futuras jubilaciones– valen menos de la mitad.
Veamos los casos "testigo":
– Grupo Clarín:
Debutó en Bolsa el 18 de octubre de 2007, con una emisión por 532 millones de dólares. El 20% de ese total se suscribió en Buenos Aires y el 80% en Londres, a un valor de $29,14 por acción. Esa cotización se desplomó: en el verano ya valía $22 (el 25% menos), en mayo bajó a $17,2 y hoy cotiza en 5,06 pesos.
La caída –bueno es aclararlo– sucedió antes de la crisis mundial de las bolsas.
–Es un desastre la caída que tuvo desde el principio. Una cartera de inversión más o menos buena estaba en ese entonces en un rendimiento anual entre el 10 y el 12% –explicó un broker a este diario.
El rendimiento anual de la acción de Clarín es de –84,386. Para decirlo de otro modo: si invertí 100 pesos en acciones de Clarín, hoy tengo 16 pesos.
De los 106,4 millones de dólares que Clarín ofertó en el mercado argentino, las AFJP compraron por $310.679.481, según datos oficiales de la Superintendencia. Es decir, se llevaron toda la oferta, le dieron ese dinero fresco al grupo y hoy, un año más tarde, esos papeles valen $179.234.944.
Las siguientes son las AFJP que, en octubre, compraron acciones de Clarín: (Ver cuadro en Edición Impresa)
– Banco Patagonia:
Salió a la Bolsa el 20 de junio de 2007 a un valor de $4,37 por acción. Hizo una oferta primaria de 75 millones, suscribiendo la mitad en Buenos Aires y el resto en San Pablo. Un mes después había bajado a $3,30 y hoy cotiza a 1,02 pesos. El rendimiento del último año fue de –71,549.
Las AFJP compraron la mayoría de las acciones de Patagonia. ¿Quiénes? Las mismas de siempre. (Ver cuadro Edición Impresa)
UNA VOZ EN EL TELÉFONO. Cada mañana Pablo Salvemini, el portfolio mánager de Renta Variable y Rendimiento Garantizado de Siembra AFJP (hoy Met), hablaba brevemente por teléfono sin usar la línea del trabajo que graba las conversaciones. Pablo llamaba con su celular a su agente de Rabello Sociedad de Bolsa, ordenándole comprar acciones internacionales en el mercado local. Esas acciones se llaman "cedears". Pablo compraba y se sentaba a esperar: si a lo largo del día las acciones daban ganancias, se desviaban a terceros relacionados con los operadores; si daban pérdidas, pasaban a engrosar los fondos de las AFJP: iban para los jubilados. Frente a las pérdidas Pablo usaba las líneas oficiales.
El 6 de octubre de 2000 Siembra AFJP compró 128.000 cedears de la especie Ericsson a un precio promedio de $7,89, por un monto de 1.009.950 pesos. La orden de compra clandestina a Rabello fue a las 10.50. El registro oficial de la orden, grabado en la línea de tierra, fue a las 15.15. Ese día, claro, la acción bajó.
Las escuchas de aquel día figuran en el expediente:
Comentario del operador de Siembra al intermediario Rabello. Hora 11.45.
–Hola.
–Papu.
–Sí, señor.
–¿Qué hacés?
–Bien.
–Eh, tengo laburo para vos.
–Ah, me alegro muchísimo.
–Tengo que ver… Necesito comprar un palo en Oracle.
–Oracle un palo.
–No sé si comprar Intel…
–Intel…
–Sí, también un palo.
–Muy bien.
–Pará que te anoto acá.
–Sí, sí.
–Y Ericsson…Ericsson no sé
qué hacer. Dejame pensar un minuto.
–Bueno.
–Sí, andá llevando éstas.
–Sí, señor.
Del operador de Siembra al agente bursátil.
Formalización de la orden, por línea grabada. Hora 15.15.
–Aloja.
–Papi.
–Sí.
–Quiero comprar Ericsson.
–Bueno.
–Valor un millón de pesos.
–Listo, ya me tiro a la cancha.
–Por favor.
–Gracias mil.
(INVESTIGACIÓN: Jorge Lanata / Jesica Bossi)
sábado, 18 de octubre de 2008
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